03 de març 2011

8 de Enero de 1997

Todo estaba previsto. Ingresaría en el hospital Clínic de Barcelona a las diez de la mañana del 8 de Enero de 1997. No di mucha guerra. Fui buena, y no lloré mucho.  A las 6 de la tarde mi madre ya podía cogerme en brazos mientras yo gimoteaba e intentaba dormir. Fue un fracaso, entre abrazos, besos y visitas, mi siesta empezó a las nueve y media de la noche, justo cuando acababa la hora de visita. Para mí fue un día como muchos otros posteriores, pero según mis padres, les cambié la vida… Cosas de adultos, pienso yo. ;-D



3 comentaris:

Yaiza ha dit...

No sé yo si lo de que no diste mucha guerra es totalmente verdad, jaja.
Me ha gustado mucho, espero que sigas escribiendo, porque cada vez que lo haces consigues emocionarme.
Muchas gracias por haber estado junto a mí en los buenos y malos momentos, eres única.
Te quiero.

Sara García ha dit...

Me creas un vicio interior del que estoy orgullosa Sandra, escribe, por que nos haces un bien a todos.

San ha dit...

Jajaja. Gracias, de verdad. Me gusta tener gente que me lee. Me anima a seguir con la escritura. :)